Hoy comencé muy temprano. Fui donde mi cirujano, el que me va a operar. Quiere que me interne hoy y operar mañana. Me dio la orden de hospitalización para el INEN. La llevé. El ambiente es deprimente. No era la primera vez que lo visitaba, pero ahora, como paciente, me dio la impresión de ser un lugar lúgubre, atestado de gente con la desesperanza pintada en sus rostros. Creo que nosotros resaltábamos entre los demás por el aspecto sano que llevamos. Lo primero que la administración anunció fue que no tienen habitaciones. Además ONCOSALUD aún no remite la carta de garantía que permitirá que me operen allí. Ni hablar del Pacífico Seguros que todavía ni siquiera decide si cubrirá aunque sea algo de los "repuestos" que me tienen que instalar. La buena noticia es que uno de los proveedores me concedió un descuento de 20 %. Lástima que sea el que surtirá las partes más baratas. Creo que ayer conté que los repuestos costarán como S/30,000. Felizmente logré vender el antiguo comedor inglés de la casa de mi padre y algunos cuadros antiguos que me dejó mi abuela. En realidad siempre quise venderlos, pero para regalarme una vacaciones. Nunca pensé que tendría que utilizarlos en médicos. Yo siempre deseé una muerte rápida y ahora no tengo idea de cuánto durará todo esto. Una querida amiga me consiguió una habitación.Veremos si logro internarme esta noche y que me operen mañana, aunque no sé como saldré de esta.
No me puedo imaginar cómo hacen aquellos que no tienen seguros, ni muebles para vender.
El Estado es completamente inútil. La salud del pueblo no le interesa a nadie. Esos bribones políticos sólo están interesados en llenarse los bolsillos.
Mañana seguiré mi crónica.
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