Lo más destacado de la semana es sin duda la renuncia del candidato de FS, el partido de la tía Susy y la familia Guerra García. Rodríguez tomó conciencia del mayúsculo ridículo que estaba haciendo y dió un paso al costado, amparándose en justificaciones absurdas como no contar con el financiamiento ni con un trato justo de parte de los medios. Lo que no tuviste, estimado ex-diplomático, es llegada al público porque nadie se tragaba ése discursete tuyo en tono de orador de plaza de barrio decadente.
Los otros cuatro pitufos deberían hacer aunque sea una sola cosa inteligente: seguir el ejemplo y darse por vencidos. Aceptar de una buena vez lo que todo el mundo ya sabe; que ni sus familiares más cercanos votarán por ellos. De que están perdiendo el tiempo y su dinero, además del de todos los peruanos que financiamos la franja electoral para que ellos la mal usen con sus tonterías. ¡Renuncien ya! Tengan un poco de dignidad.
Es un pedido de la ciudadanía y de seguro también de sus familias que deben estar afligidas por el gran papelón que están haciendo.
Se quejan de que los excluyen, de que se está organizando un nuevo debate en el que estarán los que menos ideas tienen, pero abran ya los ojos y tomen la única decisión sensata. Váyanse a sus casas y empiecen a reunir firmas y planear su estrategia para dentro de cinco años.
Y a los compañeros les digo que tengan cuidado porque están en riezgo de no alcanzar el 5%. Bien merecido se lo tienen de darse el caso. Mi único deseo es que el tío George se quede sin curul. Espero que los apristas inteligentes no voten por él, que es el causante de la debacle de un partido con tanta tradición. Ojo que no he especificado tradición de qué. Pero ustedes ya lo deben imaginar.
Espacio abierto de crítica a la sociedad peruana. Te invito a participar. Te ofrezco el espacio para expresar tus frustraciones contra el sistema.Cualquiera que éste sea.
sábado, 19 de marzo de 2011
lunes, 14 de marzo de 2011
"Debates" presidenciales en Perú
Anoche se llevó a cabo el segundo "debate" entre los once candidatos presidenciales que pretenden ocupar la primera magistratura de nuestro país.
Esta vez el evento fue organizado por el Jurado Nacional de Elecciones. La organización(¿o desorganización?) a cargo de una entidad estatal absolutamente burocrática se notó enseguida, en claro contraste con la de hace una semana convocada por una empresa privada. Para empezar debemos decir que la desorganización y el caos fueron totales. No se previó que los candidatos, o sus partidos, harían caso omiso, o en buen cristiano se cagarían en los acuerdo previos de no llevar a sus simpatizantes, verdaderas bandas de Hooligans vociferantes y enardecidas que por supuesto y como era de esperar se agredieron mutuamente y no cesaron de insultarse durante las casi tres horas que duró el evento. Al parecer la consigna que recibieron de sus líderes fue la de hacer el mayor chongo posible.
Las autoridades del JNE consultadas al respecto, no atinaron a dar ninguna respuesta coherente de las medidas que se tomarán para sancionar a los infractores. Lo más seguro es que, como siempre, no pase nada ya que la policía, como casi siempre, no detuvo a nadie. La impunidad salió airosa una vez más, como para no perder la costumbre peruana.
Ahora paso a tratar de sintetizar las intervenciones de los aspirantes a la presidencia que como todos sebemos son once, pero sólo cinco tienen chances reales de hacerse con la victoria. Los otros seis no cuentan para nada. No creo que ni siquiera sus familiares se atrevan a votar por ellos. Ellos, no tan en el fondo, ya lo saben y si tuvieran un poco de dignidad y amor propio se retirarían. Voy a referirme exclusivamente a ellos.
De los seis pitufos uno sólo merece que le llamen político: Rafael Belaúnde, el único con ideas y planteamientos claros y coherentes, aunque demasiado pegado a la herencia política de su padre, dos veces presidente del país y en mi opinión ni remotamente de los mejores, pero sí muy honrado y soñador a carta cabal. Tanto que no se daba cuenta que estaba rodeado de pillos y delincuentes, para decirlo de forma elegante. Y su peor defecto fue que nos legó dos de los peores gobiernos de la historia de la nación; a su primer período inconcluso lo sucedió el nefasto Velasco Alvarado, cuyos errores garrafales aún estamos pagando y en su segundo mandato nos dejó a Alan García que realizó uno de los más desastrozos gobiernos de los que se tienen registrados. Recuerdo que García tiene obsesión por pasar a la historia. Parece que nadie le ha recordado que ya pertenece a ella; como el hombre que batió los récords mundiales en inflación, corrupcción y miseria para su pueblo. Ahora está por batir su propia marca en materia de corrupcción.
Pero me salí un poco de contexto, llevado por el entusiasmos de lo que vimos anoche.
No deseo referirme a los cinco que aún tienen posibilidad de alcanzar resultados decorosos, sino a los seis pitufos. Ya hablé del único que considero serio en ése grupo, ahora daré mi opinión de los otros cinco.
No recuerdo sus nombres, como la mayoría de los peruanos tampoco sabe quiénes son. Los nombraré con chapas que pienso que todos comprenderán. Las damas primero.
-La tía que se autoproclama experta en MYPES y debe tener alguna experiencia en la materia y que menciona programas de la ONU. Su discurso incide mucho en temas medioambientales y gran preocupación por el entorno, pero su gran problema es de comunicación, ya que no domina el idioma y no es fácil entender lo que quiere decir. Me da la impresión de que ella misma no tiene la menor idea de lo que habla.
-El de Chavín; es un caso aparte. Me parece que es único en su especie. Nadie le entiende un carajo de lo que trata de decir porque en realidad no quiere decir nada. Su discurso es al más puro estilo de Cantinflas sin llegar nunca a alcanzar las alturas de Mario Moreno, sin duda por falta de talento.
-El embajador. Un tipo que ha lanzado por la borda el poco prestigio que tenía, junto con su carrera diplomática. Su discuso es soso y su retórica rimbombante. Estoy seguro de que en su etapa como diplomático jamás se expresó de la forma en que lo hace ahora como candidato. No creo que ni siquiera los primeros secretarios del servicio se atrevan a votar por él.
-El fonavista. Un tipo muy especial. Es fan de Haya de la Torre, de de la Puente Uceda el terrorista, de Basadre, Bolognesi, Velasco, los clásicos griegos y romanos y de los abogados. No tiene la más puta idea de lo que ofrece ni de cómo financiarlo, pero no le importa. Lo que expresa es una verdadera ensalada de ideas sin cuajar. Vive intensamente sus cinco minutos de fama sabiendo que de seguro serán los únicos. Parece mucho más orgulloso de haber estado preso en casi todas las prisiones del país,que de ser decano del CAL. Sí, lo es aunque usted no lo crea. Y así nos preguntamos la razón de la baja calidad de nuestros hombres de leyes.
-El Duce. Abogado también. El más pintoresco de los concursantes. Perdón, un lapsus. Quiero decir de los candidatos. Un tipo duro, se la pasó insultando a todos, a los otros candidatos, a los oligarcas, a los imperialistas, a los chilenos, yanquis, militares, civiles y hasta al público en general. Al final de su intervención sacó a relucir un chicote con el que al parecer pretendía, en un súbito ataque de arrepentimiento, que el moderador del evento lo flagelara ante cámaras para expiar sus culpas y que el pueblo lo viera como digno de conducirlo por el camino del éxito durante el próximo lustro.
En mi opinión el mal llamado debate presidencial sirvió, y mucho, para que los peruanos conozcamos mejos a los personajes que pretenden manejar el destino de nuestro país y no votemos de ninguna manera por ellos. Como conclusión no tengo otra cosa que decir más que dieron pena y vergüenza ajena.
Próximamente me referiré a las intervenciones de los cinco con posibilidades
reales. Esperaré a que se dé el nuevo debate anunciado para los próximos días.
¿Y usted qué opina querido compatriota? Anímese a expesarse.
Esta vez el evento fue organizado por el Jurado Nacional de Elecciones. La organización(¿o desorganización?) a cargo de una entidad estatal absolutamente burocrática se notó enseguida, en claro contraste con la de hace una semana convocada por una empresa privada. Para empezar debemos decir que la desorganización y el caos fueron totales. No se previó que los candidatos, o sus partidos, harían caso omiso, o en buen cristiano se cagarían en los acuerdo previos de no llevar a sus simpatizantes, verdaderas bandas de Hooligans vociferantes y enardecidas que por supuesto y como era de esperar se agredieron mutuamente y no cesaron de insultarse durante las casi tres horas que duró el evento. Al parecer la consigna que recibieron de sus líderes fue la de hacer el mayor chongo posible.
Las autoridades del JNE consultadas al respecto, no atinaron a dar ninguna respuesta coherente de las medidas que se tomarán para sancionar a los infractores. Lo más seguro es que, como siempre, no pase nada ya que la policía, como casi siempre, no detuvo a nadie. La impunidad salió airosa una vez más, como para no perder la costumbre peruana.
Ahora paso a tratar de sintetizar las intervenciones de los aspirantes a la presidencia que como todos sebemos son once, pero sólo cinco tienen chances reales de hacerse con la victoria. Los otros seis no cuentan para nada. No creo que ni siquiera sus familiares se atrevan a votar por ellos. Ellos, no tan en el fondo, ya lo saben y si tuvieran un poco de dignidad y amor propio se retirarían. Voy a referirme exclusivamente a ellos.
De los seis pitufos uno sólo merece que le llamen político: Rafael Belaúnde, el único con ideas y planteamientos claros y coherentes, aunque demasiado pegado a la herencia política de su padre, dos veces presidente del país y en mi opinión ni remotamente de los mejores, pero sí muy honrado y soñador a carta cabal. Tanto que no se daba cuenta que estaba rodeado de pillos y delincuentes, para decirlo de forma elegante. Y su peor defecto fue que nos legó dos de los peores gobiernos de la historia de la nación; a su primer período inconcluso lo sucedió el nefasto Velasco Alvarado, cuyos errores garrafales aún estamos pagando y en su segundo mandato nos dejó a Alan García que realizó uno de los más desastrozos gobiernos de los que se tienen registrados. Recuerdo que García tiene obsesión por pasar a la historia. Parece que nadie le ha recordado que ya pertenece a ella; como el hombre que batió los récords mundiales en inflación, corrupcción y miseria para su pueblo. Ahora está por batir su propia marca en materia de corrupcción.
Pero me salí un poco de contexto, llevado por el entusiasmos de lo que vimos anoche.
No deseo referirme a los cinco que aún tienen posibilidad de alcanzar resultados decorosos, sino a los seis pitufos. Ya hablé del único que considero serio en ése grupo, ahora daré mi opinión de los otros cinco.
No recuerdo sus nombres, como la mayoría de los peruanos tampoco sabe quiénes son. Los nombraré con chapas que pienso que todos comprenderán. Las damas primero.
-La tía que se autoproclama experta en MYPES y debe tener alguna experiencia en la materia y que menciona programas de la ONU. Su discurso incide mucho en temas medioambientales y gran preocupación por el entorno, pero su gran problema es de comunicación, ya que no domina el idioma y no es fácil entender lo que quiere decir. Me da la impresión de que ella misma no tiene la menor idea de lo que habla.
-El de Chavín; es un caso aparte. Me parece que es único en su especie. Nadie le entiende un carajo de lo que trata de decir porque en realidad no quiere decir nada. Su discurso es al más puro estilo de Cantinflas sin llegar nunca a alcanzar las alturas de Mario Moreno, sin duda por falta de talento.
-El embajador. Un tipo que ha lanzado por la borda el poco prestigio que tenía, junto con su carrera diplomática. Su discuso es soso y su retórica rimbombante. Estoy seguro de que en su etapa como diplomático jamás se expresó de la forma en que lo hace ahora como candidato. No creo que ni siquiera los primeros secretarios del servicio se atrevan a votar por él.
-El fonavista. Un tipo muy especial. Es fan de Haya de la Torre, de de la Puente Uceda el terrorista, de Basadre, Bolognesi, Velasco, los clásicos griegos y romanos y de los abogados. No tiene la más puta idea de lo que ofrece ni de cómo financiarlo, pero no le importa. Lo que expresa es una verdadera ensalada de ideas sin cuajar. Vive intensamente sus cinco minutos de fama sabiendo que de seguro serán los únicos. Parece mucho más orgulloso de haber estado preso en casi todas las prisiones del país,que de ser decano del CAL. Sí, lo es aunque usted no lo crea. Y así nos preguntamos la razón de la baja calidad de nuestros hombres de leyes.
-El Duce. Abogado también. El más pintoresco de los concursantes. Perdón, un lapsus. Quiero decir de los candidatos. Un tipo duro, se la pasó insultando a todos, a los otros candidatos, a los oligarcas, a los imperialistas, a los chilenos, yanquis, militares, civiles y hasta al público en general. Al final de su intervención sacó a relucir un chicote con el que al parecer pretendía, en un súbito ataque de arrepentimiento, que el moderador del evento lo flagelara ante cámaras para expiar sus culpas y que el pueblo lo viera como digno de conducirlo por el camino del éxito durante el próximo lustro.
En mi opinión el mal llamado debate presidencial sirvió, y mucho, para que los peruanos conozcamos mejos a los personajes que pretenden manejar el destino de nuestro país y no votemos de ninguna manera por ellos. Como conclusión no tengo otra cosa que decir más que dieron pena y vergüenza ajena.
Próximamente me referiré a las intervenciones de los cinco con posibilidades
reales. Esperaré a que se dé el nuevo debate anunciado para los próximos días.
¿Y usted qué opina querido compatriota? Anímese a expesarse.
sábado, 5 de marzo de 2011
La nueva revolución Árabe
Aburrido de la chata campaña electoral del Perú, en la que no se encuentra un rostro nuevo, una esperanza de cambio, propuestas viables, libres de demagogia, prefiero compartir el inteligente análisis sobre los acontecimientos en los países islámicos:
La nueva revolución Árabe: El mundo árabe en su encrucijada
Por José Schabauer
Todo el mundo está pendiente de lo que está sucediendo en algunos países árabes. Por las noticias sabemos que regímenes han caído en Tunisia y Egipto, y que hay problemas en Yemen, Libia, y otros como Afganistán e Irak. Inclusive la tendencia está llegando a otros países más autoritarios como Irán y últimamente China, países donde todavía no sabemos qué alcance tendrán las revueltas.
Si nos detenemos un momento a pensar qué tipo de países son aquellos bajo asedio nos daremos cuenta que todos ellos son autoritarios, con reyes o dictadores con muchos años en el poder, sin darle oportunidad a sus pueblos en buscar sus propios futuros.
¿Por qué y cómo está sucediendo esto? Parece ser que una revolución democrática apostada por gente joven que, utilizando el poder de nuevas tecnologías de comunicación, están barriendo el mundo árabe en un momento en que la gente está saliendo de sus hogares para pedir el cambio que requieren; El sentido de parálisis en el que viven y que quieren revertir.
Los regímenes de Afganistán e Irak terminaron a pesar del tiempo en que sus gobernantes estuvieron “convenciendo” a sus pueblos de las grandes políticas que estaban emprendiendo en sus respectivos países. Pero parece que las guerras que hubo, para derrocar a los dictadores en el poder crearon peores circunstancias, una sensación de inferioridad que causó un mayor sufrimiento, lo que les llevó a pensar, a los pueblos oprimidos, que quizás fuera mejor para ellos la anterior situación, con sus dictadores, que bajo la influencia de extranjeros en sus propias tierras.
Por décadas los pueblos árabes han vivido bajo los mismos regímenes. Mismas caras, mismos antiguos y autoritarios corruptos regímenes. Y por un momento pensaron cómo producir un cambio sin tristeza, sin dolor y sin perder la dignidad.
Por diez años se han visto desafortunadamente imágenes de destrucción y muerte en una región del mundo que alguna vez estuvo orgullosa de ser fuente de civilización.
Un cambio fue buscado pero sin la intervención de fuerzas extranjeras, de miseria u ocupación. Quién quiere que su país sea invadido. Hussein fue odiado pero sufrieron más por la ocupación de sus sagradas tierras. Eso no fue aceptado. Quizás fuera mejor vivir bajo regímenes autoritarios y sectarios que bajo dominación externa. Todo era una inacabable pesadilla.
Parecería ser que el futuro que los árabes estaban buscando eventualmente ha llegado. Una nueva generación de gente bien educada, conectada e inspirada en valores universales y entendimiento global, está creando una nueva realidad que expresa sus sentimientos y sus nuevos sueños. Esta gente joven que está pretendiendo restaurar la democracia le está dando un nuevo significado a la palabra libertad, saliendo a las calles y levantando su voz. Eso pasó en Tunisia.
Las juventudes eran arrastradas a mantenerse en casa, en no participar de la vida política de los países, por los regímenes totalitarios porque podrían ser mal dirigidos según ellos. A pesar de las agencias de seguridad, los billones gastados en propaganda estas juventudes, inspiradas por los valores globales antes mencionados, lo suficientemente realistas como para imaginar un brillante futuro, encontraron nuevas maneras de realizar un cambio pero alejado de cualquier violencia o caos. Ellos salieron a las calles y provocaron la caída de esos regímenes con los que ya no estaban de acuerdo. A pesar de que en esos países no existe libertad de expresión ellos se convirtieron en los nuevos reporteros del mundo con sus twiter y facebook, reportando noticias y vídeos desde las mismas zonas de las revueltas. Ellos ya habían aprendido sobre el sentimiento de inferioridad y tomaron la decisión de expresar un mensaje que llegó al mundo entero. Ya no estaban solos.
Esta nueva forma de cambio fue generada desde sus propias raíces culturales, de la tierra desde donde emergen. Esta fue la diferencia principal entre las iniciativas existentes para producir el cambio. No les gustó que otros impulsaran éste en el mundo árabe desde fuera, por la fuerza, pues quién quiere vivir en constantes guerras, cercanos permanentes con la muerte. Ellos rechazaron esto porque era ajeno a ellos, a su cultura. Quizás siempre pensaron que el movimiento debería de saltar desde adentro de ellos mismos. Una reconciliación con la diversidad cultural histórica pero tolerante, conectada a los valores universales del resto del mundo.
¿Y cómo las élites gobernando pensaron lidiar con estos problemas? Estos dictadores comenzaron creando mentiras para distraer y dividir el mundo árabe diciendo que todo era una conspiración de Tel Aviv. Después diciéndole a occidente de que era Al Qaeda la que estaba detrás de estos movimientos. Cuídense de ellos pues son terroristas islámicos que pretenderán luego tomar sus tierras y enterrar su civilización gobernándolos bajo sus designios. Pero la gente ya no puede ser engañada porque las élites corruptas han perdido inclusive el poder de la decepción y no pueden siquiera imaginar cómo pueden lidiar con las realidades, se han separado de las masas y están cayendo uno después del otro.
Los árabes tienen una nueva oportunidad de crear, en esa parte del mundo, nuevas ocasiones. Después de lo que estamos observando pienso que ellos tienen la capacidad para escoger el mundo en el que desean vivir por sí mismos, sin injerencia extranjera, algo que hasta ayer no pensaba. Todo es nuevo por lo que adivinar lo que va a suceder, si sucede, estaba fuera de alcance.
La nueva revolución Árabe: El mundo árabe en su encrucijada
Por José Schabauer
Todo el mundo está pendiente de lo que está sucediendo en algunos países árabes. Por las noticias sabemos que regímenes han caído en Tunisia y Egipto, y que hay problemas en Yemen, Libia, y otros como Afganistán e Irak. Inclusive la tendencia está llegando a otros países más autoritarios como Irán y últimamente China, países donde todavía no sabemos qué alcance tendrán las revueltas.
Si nos detenemos un momento a pensar qué tipo de países son aquellos bajo asedio nos daremos cuenta que todos ellos son autoritarios, con reyes o dictadores con muchos años en el poder, sin darle oportunidad a sus pueblos en buscar sus propios futuros.
¿Por qué y cómo está sucediendo esto? Parece ser que una revolución democrática apostada por gente joven que, utilizando el poder de nuevas tecnologías de comunicación, están barriendo el mundo árabe en un momento en que la gente está saliendo de sus hogares para pedir el cambio que requieren; El sentido de parálisis en el que viven y que quieren revertir.
Los regímenes de Afganistán e Irak terminaron a pesar del tiempo en que sus gobernantes estuvieron “convenciendo” a sus pueblos de las grandes políticas que estaban emprendiendo en sus respectivos países. Pero parece que las guerras que hubo, para derrocar a los dictadores en el poder crearon peores circunstancias, una sensación de inferioridad que causó un mayor sufrimiento, lo que les llevó a pensar, a los pueblos oprimidos, que quizás fuera mejor para ellos la anterior situación, con sus dictadores, que bajo la influencia de extranjeros en sus propias tierras.
Por décadas los pueblos árabes han vivido bajo los mismos regímenes. Mismas caras, mismos antiguos y autoritarios corruptos regímenes. Y por un momento pensaron cómo producir un cambio sin tristeza, sin dolor y sin perder la dignidad.
Por diez años se han visto desafortunadamente imágenes de destrucción y muerte en una región del mundo que alguna vez estuvo orgullosa de ser fuente de civilización.
Un cambio fue buscado pero sin la intervención de fuerzas extranjeras, de miseria u ocupación. Quién quiere que su país sea invadido. Hussein fue odiado pero sufrieron más por la ocupación de sus sagradas tierras. Eso no fue aceptado. Quizás fuera mejor vivir bajo regímenes autoritarios y sectarios que bajo dominación externa. Todo era una inacabable pesadilla.
Parecería ser que el futuro que los árabes estaban buscando eventualmente ha llegado. Una nueva generación de gente bien educada, conectada e inspirada en valores universales y entendimiento global, está creando una nueva realidad que expresa sus sentimientos y sus nuevos sueños. Esta gente joven que está pretendiendo restaurar la democracia le está dando un nuevo significado a la palabra libertad, saliendo a las calles y levantando su voz. Eso pasó en Tunisia.
Las juventudes eran arrastradas a mantenerse en casa, en no participar de la vida política de los países, por los regímenes totalitarios porque podrían ser mal dirigidos según ellos. A pesar de las agencias de seguridad, los billones gastados en propaganda estas juventudes, inspiradas por los valores globales antes mencionados, lo suficientemente realistas como para imaginar un brillante futuro, encontraron nuevas maneras de realizar un cambio pero alejado de cualquier violencia o caos. Ellos salieron a las calles y provocaron la caída de esos regímenes con los que ya no estaban de acuerdo. A pesar de que en esos países no existe libertad de expresión ellos se convirtieron en los nuevos reporteros del mundo con sus twiter y facebook, reportando noticias y vídeos desde las mismas zonas de las revueltas. Ellos ya habían aprendido sobre el sentimiento de inferioridad y tomaron la decisión de expresar un mensaje que llegó al mundo entero. Ya no estaban solos.
Esta nueva forma de cambio fue generada desde sus propias raíces culturales, de la tierra desde donde emergen. Esta fue la diferencia principal entre las iniciativas existentes para producir el cambio. No les gustó que otros impulsaran éste en el mundo árabe desde fuera, por la fuerza, pues quién quiere vivir en constantes guerras, cercanos permanentes con la muerte. Ellos rechazaron esto porque era ajeno a ellos, a su cultura. Quizás siempre pensaron que el movimiento debería de saltar desde adentro de ellos mismos. Una reconciliación con la diversidad cultural histórica pero tolerante, conectada a los valores universales del resto del mundo.
¿Y cómo las élites gobernando pensaron lidiar con estos problemas? Estos dictadores comenzaron creando mentiras para distraer y dividir el mundo árabe diciendo que todo era una conspiración de Tel Aviv. Después diciéndole a occidente de que era Al Qaeda la que estaba detrás de estos movimientos. Cuídense de ellos pues son terroristas islámicos que pretenderán luego tomar sus tierras y enterrar su civilización gobernándolos bajo sus designios. Pero la gente ya no puede ser engañada porque las élites corruptas han perdido inclusive el poder de la decepción y no pueden siquiera imaginar cómo pueden lidiar con las realidades, se han separado de las masas y están cayendo uno después del otro.
Los árabes tienen una nueva oportunidad de crear, en esa parte del mundo, nuevas ocasiones. Después de lo que estamos observando pienso que ellos tienen la capacidad para escoger el mundo en el que desean vivir por sí mismos, sin injerencia extranjera, algo que hasta ayer no pensaba. Todo es nuevo por lo que adivinar lo que va a suceder, si sucede, estaba fuera de alcance.
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