He dejado pasar toda una semana desde las elecciones. Preferí que las cosas se enfriaran un poco antes de decir nada y meter la pata. Ahora tampoco tengo mucho que comentar. El día siguiente de la votación, comenzó con una estrepitosa caída de las bolsa limeña y que se sintió también en las de algunos vecinos. El índice general cayó 12 puntos y pico. La mayor bajada de su historia. El dólar tuvo un alza moderada, contra lo que se esperaba. Durante la semana subieron los precios de los combustibles y del gas. Los alimentos y demás productos de uso popular también vienen experimentando alzas aunque en forma gradual, así que no se trata todavía de un galope. La gente aún no ha salido de la euforia y el asombro por el resultado electoral y no se da cuenta de las alzas.
Después que cayera la bolsa, muchos analistas y expertos pidieron, y hasta exiguieron, a Humala que diera a conocer los nombres de los que se encargarán del ministerio de Economía, del BCR y otras instituciones financieras, para calmar, según ellos, a los inversionistas y al mercado. El comandante(R) guardó el más absoluto silencio y fueron más bien sus voceros los encargados de hacer los comentarios. Por supuesto que cada uno de ellos habló hasta por los codos dando todos versiones distintas. Finalmente el presidente electo optó por partir a visitar algunos de los países vecinos. Hoy debe estar con Piñera. Luego viajará a Caracas y presumiblemente a La Habana, donde estuvieron sus padres de visita hace poco.
Hasta el momento no hay nada de los futuros ministros y responsables de la marcha del aparato estatal, pero ya nadie se acuerda de exigir nombres. Lo que sí hay y en abundancia, es rumores de todo tipo.
Los problemas sociales continúan en Puno, que ahora protesta porque no quieren la instalacion de una hidroeléctrica. Las amas de casa han comenzado a reclamar el balón de gas a doce Soles, tal y como lo prometió el presidente electo en más de una oportunidad. Los técnicos de Gana Perú y los que se acaban de trepar al coche ganador, se afanan en explicar en todos los medios que el señor Humala no dijo lo que dijo y que es técnicamente improbable que se pueda llegar a ese precio. "El balón se podría vender a ese precio, pero vacío y el contenido tendría otro valor" llegó a concluir uno de ellos luego de un arduo debate telefónico con varias amas de casa, desde una conocida radio limeña.
Ya me figuro que en cuanto sea el cambio de mando, el nuevo presidente tendrá que solucionar cantidad de problemas. Veremos cómo los maneja y si tendrá su luna de miel o lo ajocharán desde el saque.
Dada la espectativa, como cuando la tía Susy ganó la alcaldía, pienso que se espera demasiado de él.
Veremos cuál es el tema de su discurso y si traza las líneas maestras que seguirá su gobierno.
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