martes, 29 de noviembre de 2011

¿Y ahora qué hacemos Ollanta?

El Perú hierve desde hace unos días. La región Cajamarca está paralizada en protesta por el proyecto minero Conga, que no es nuevo sino que tiene más de tres años de desarrollo. Ha cumplido todas las exigencias legales que el Estado Peruano obliga a los inversionistas que desean arriesgar su capital en el país y está listo para iniciar la etapa de explotación. Ignoro si el señor Humala conocía esto cuando, como candidato a la presidencia de la república, declaró en la histórica plaza de armas de Cajamarca que si era elegido presidente él detendría el proyecto, después de haber preguntado a los pobladores que si preferían el agua o el oro. El oro no se come, declaró satisfecho a la multitud. Anoche me vino a la mente esta escena, cuando vi en televisión declarar a los exaltados dirigentes cajamarquinos, que la única manera de levantar el paro es que el presidente vaya a su ciudad y declare la inviabilidad del proyecto Minas Conga. Pero no creo que eso sea posible. El Perú es y siempre ha sido un país minero y la minería representa un gran porcentaje de los ingresos fiscales. Justamente el dinero que Humala requiere para cumplir siquiera con algunas de las promesas que hizo en campaña, debe de salir de la industria minera. Conga representa una inversión multimillonaria que dejará en las arcas del estado mucho dinero. Y ahora Humala lo sabe.
Y hasta ahora Ollanta no sabe cómo explicarle al pueblo que lo eligió, que sin minería no habrá inclusión social.
Carlos Tapia ha sido separado de las esferas del poder. Como era de esperar, empezó a declarar. Está contando las intimidades de la cúpula. Al parecer se está gestando otro Doc pero monse en palabras de Tapia, que se queja de haber sido víctima de seguimientos y escuchas de parte de los servicios de inteligencia. Al mismo estilo  Montesinos.
Chehade sigue asistiendo a las sesiones del Congreso, participando y hasta presentando proyectos como si nada hubiera pasado. ¿Y la suspensión? Bien gracias. Como las de “Robacable” y “Comeoro”, quienes continúan impunes pese a que se ha demostrado sus severas faltas.
            Las hijas de Nancy Obregón, “Mama Coca” y de Javier Diez Canseco son brillantes. O tienen mucha suerte. La primera agarró chamba en el Congreso y la segunda en la municipalidad de Lima. Bien por ellas.
            ¿Ya cayeron los primeros muertos en Cajamarca? Tal vez el Gobierno esté esperando que pase para reaccionar y salir de su pasmo.

            Señor Humala, cuánta razón tuvo Luis Bedoya Reyes cuando le dijo que una cosa es con guitarra y otra con cajón ¿verdad?

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