miércoles, 27 de febrero de 2013

Revocar, revocar a Susana revocar SI SI SI


ESTA REVOCATORIA TIENE BASTANTE DE PLEBISCITARIA EN EL SENTIDO DE CENSURAR A LA IZQUIERDA , MARXISTOIDE PARA GOBERNAR A CUALQUIER NIVEL EN EL FUTURO A NUESTRO PAÍS....ESTÁN DESCALIFICADOS POR DARLE PREFERENCIA A LA IDEOLOGÍA ( CAVIARES) EN VEZ DE LA REALIZACIÓN DE LOGROS CONCRETOS Y TANGIBLES PORQUE SIEMPRE SE DEDICARON A LA SOCIOLOGÍA ABSTRACTA.....MÁS ESTÁN EN LA ÉPOCA ANTIGUA DE LA CHINA DE MAO Y LA RUSIA DE LENÍN QUE EN LA CHINA ACTUAL CON IMPORTANTES  LOGROS ECONÓMICOS A NIVEL MUNDIAL 



REVOCACIÓN: LO QUE ESTÁ EN JUEGO

Por: Francisco Tudela
Para www.altavoz.pe <http://www.altavoz.pe>
La votación del 17 de marzo, para decidir si se revoca o no a la alcaldesa
Susana Villarán, es el primer movimiento hacia grandes cambios políticos
nacionales.  Hoy, nada es más importante, a escala nacional, que la votación
para la revocatoria de la  alcaldesa Susana Villarán.
La Alcaldía de Lima es la plaza política más importante del país, después de
la Presidencia de la República. La ciudad capital tiene más de ocho millones
de habitantes y sin el voto de sus habitantes ningún candidato puede ganar
las elecciones del 2016.
Susana Villarán, la ocupante de la Municipalidad de Lima, representa a la
izquierda marxista. Su apariencia setentera evoca tanto al hipismo criollo,
como a aquella colaboración activa del comunismo peruano con la
antidemocrática dictadura militar de 1968 - 1980, la mal  llamada
"Revolución de las Fuerzas Armadas", dirigida por el general Velasco.
Susana Villarán también evoca algo más reciente, como es el entusiasmo de la
siniestra por "La Gran Transformación", ese plan de gobierno absurdamente
setentero y velasquista, sacrificado con las justas por Ollanta Humala,
mediante una sustitución mágica llamada la "Hoja de Ruta", gesto de
presdigitación que le permitió ganar los votos de la plaza limeña y ser
Presidente del Perú.
Si Lima revoca a Susana Villarán, eso significa a primera vista que la
mayoría de limeños rechaza una mala gestión edil caracterizada por desastres
públicos de gran envergadura, conocidos por todos.


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Pero esa es solo una apariencia superficial. Esa hipotética derrota del "No"
tendría consecuencias políticas profundas para el futuro nacional, pues
lograría la defenestración de la siniestra marxista de la segunda plaza
política más importante del Perú, con la consiguiente pérdida de poder y
prestigio político de la izquierda.
La principal víctima de la derrota de Susana Villarán, además de ella misma,
sería el discurso de la izquierda marxista, el cuál habría sido considerado
por la mayoría de los votantes limeños como no digno de crédito.
Este rechazo a la alcaldesa marxista y a sus antropólogos y sociólogos
ediles no podría ser pasado por alto por el gobierno del Presidente Ollanta
Humala. La hipotética victoria del "Si" sería una luz roja política que
detendría los deseos del ala radical del Partido Nacionalista, que quiere
reconducir gradual e imperceptiblemente al Perú a la "Gran Transformación",
setentera, velasquista y también chavista.
Pero examinemos el escenario contrario, que es posible y también debe
considerarse. Prevalecería Susana Villarán, triunfaría el "No"; triunfaría
la izquierda marxista y se quedaría con la Municipalidad de Lima dos años
más, con esa gran plataforma política y tremenda caja de resonancia
mediática. Y el discurso de los revocadores quedaría desprestigiado y los
revocadores revolcados por la siniestra triunfante.
Lima habría dado crédito al discurso de la siniestra; la plaza clave para la
elección presidencial del 2016 sería nominalmente de izquierda, con todo lo
que eso implica en términos de trabajo político hacia esa elección. No cabe
duda de que el gobierno del Presidente Ollanta Humala también tomaría nota
de esa luz verde. Las tentaciones del nacionalismo radical adquirirían visos
de posibilidad y apoyos reales.
Eso es lo que está en juego.
FIN

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