martes, 21 de abril de 2015

LA TÍA MARÍA, un punto de vista.


El proyecto Tía María” de la Southern Peru Copper Corporation, empresa de capitales chinos, está ubicado en la cabecera del Valle de Tambo al sur de Arequipa y comprende  la explotación de dos yacimientos de cobre “Tía María”, y  “La Tapada” utilizando un sistema de hidrometalurgia para recuperar el cobre que según la empresa, no produce relaves ni emisiones al ambiente. El mineral de ambos yacimientos será triturado en el tajo abierto y contempla toda la infraestructura de soporte que incluye instalaciones eléctricas, de agua, oficinas y locales operativos, carreteras de acceso y otras instalaciones del proceso.
Aunque la empresa dice que no utilizará agua del río, es indudable que el agua de mar filtrará con los desechos, que la remoción de suelos y el uso de explosivos en cantidades gigantescas ocasionará una gran erosión geológica, que el transporte de materiales con vehículos que emanan gases de hidrocarburos conjuntamente con la maquinaria y procesamiento de rocas por muchos años, tendrá un impacto ecológico inevitable en el valle. En el asiento minero desaparecerá la flora y fauna (eriazas) en toda la zona de influencia y de riesgos. A la larga, los daños podrían ser mayores que los beneficios si se miden los costos ecológicos y la pérdida de riqueza extraída.
Pensando en todo esto es que los agricultores del valle de Tambo se oponen al proyecto porque consideran que afectará la vida de la cuenca al contaminar el ambiente y el ecosistema del cual dependen para la producción agropecuaria, salud, economía y todo el entorno de su hábitat de supervivencia. En estas condiciones es mejor dejar los cerros como están ya que no habrá compensación que indemnice a cada uno de los agricultores afectados y aunque el gobierno local reciba canon, ellos no recibirán nada personalmente.
En Cajamarca, después de muchos años de explotación minera abundan los mendigos y esto es indeseable. Por eso, no desean ninguna explotación minera en el valle ni aun cuando terceros hayan negociado la subsanación de las observaciones al estudio de impacto ambiental sin la participación de los afectados. Desconfían del gobierno que  está parcializado con la empresa agresora pues lo único que le importa es promover las inversiones, aún a costa del sacrificio de quitarle la vida al valle. Pero quizá lo que más indigne a los agricultores es que el conflicto se deba a la voracidad de intereses extraños que les vienen a complicar la vida apacible que llevaban. A los inversionistas extranjeros no les interesa el desarrollo del valle ni el futuro de su población.
La prensa parcializada con la inversión minera, no da espacio para que los agricultores expongan las razones de sus luchas y por eso la población nacional no conoce las implicancias de esta problemática. En cambio dan cabida reiteradamente a la protesta de los vecinos de San Borja y otros barrios aristocráticos limeños contra los ruidos molestos que no son nada comparados con los peligros de desastre ambiental que afrontan los habitantes de las zonas mineras. Quizá por ello, no hay solidaridad con los agricultores del valle de Tambo, ni de los partidos políticos, ni de las entidades sectoriales y gremiales nacionales.
Pero el valle, es un territorio y este pertenece a la población que lo habita. Este territorio tiene un ordenamiento natural ecológico y una base estructural natural determinado por su ubicación en el planeta, su geografía, hidrografía y demás componentes del ecosistema. La fisiología de esta configuración natural le da su característica ambiental, económica, productiva, social, cultural, etc.  Sobre esta base se erige la supervivencia humana, vegetal y animal. Es el hábitat del agricultor como lo es el sistema acuático para el pez afectado por la contaminación del agua.
Cualquier alteración del ordenamiento natural del valle afecta el ecosistema y el uso de la tierra repercute en el régimen hídrico y en la calidad del agua río abajo, en el clima característico, en el suelo, topografía, geología, idiosincrasia, folklore, etc. Es que la cuenca o valle es una unidad integral ecológica razón por la cual su manejo tiene que ser social y no ser una imposición externa. Si los proyectos de inversión no tienen licencia social de la comunidad del valle entonces pierden viabilidad y legitimidad.
Por consiguiente, la agricultura del valle arrocero de Tambo depende de las condiciones naturales de la cuenca y que se traduce en altos rendimientos productivos y calidad de cosechas. A diferencia del inversionista industrial, el agricultor trabaja todo el tiempo con seres vivos a los que cultiva o cría desde el nacimiento hasta la post cosecha, luchando contra la desnutrición, plagas, enfermedades, etc. La contaminación elimina la producción orgánica inocua para la salud y la producción de alimentos pierde calidad biótica razón suficiente para que los consumidores expuestos a los peligros derivados hagan causa común con los agricultores.
Por eso, el ordenamiento territorial del valle y su gestión social integral es un derecho irrenunciable de los pobladores de la cuenca como los son los demás derechos humanos. Las inversiones extranjeras no pueden imponerse sin respetar el Plan de Desarrollo del valle o cuenca. Su gestión corresponde solo a la sociedad de este ámbito. A ella le concierne determinar el ordenamiento territorial de su hábitat determinando los ejes de desarrollo y el aprovechamiento de los recursos naturales a partir de sus necesidades y aspiraciones. No se debería imponer un proyecto contra la voluntad de la comunidad involucrada.
Solo así  se puede garantizar la sostenibilidad del valle y el futuro de su desarrollo. La movilización de los agricultores es pues en defensa propia y, tanto autoridades locales como dirigentes que la encabezan no actúan por cuenta propia sino en representación de la masa social presuntamente afectada. Por lo tanto, no se les debe encarcelar ni atribuir cargos judiciales personales, como lo viene haciendo el Estado cometiendo abuso de poder de manera arbitraria y despótica.
Hasta los reos de toda condición tienen derecho a la defensa y a ser asistido por un asesor legal. Es un derecho de los agricultores tener la asesoría legal y técnica para su defensa sin que por ello, sean acusados de estar influenciados por infiltrados políticos. Todos los poderes del Estado están infiltrados por políticos mafiosos. Entonces, ¿con qué derecho las autoridades puede acusar a los agricultores de estar politizados, de estar asesorados por políticos o que el problema de la imposición minera ha sido politizado? ¿Acaso el gobierno no está politizado?
La propuesta de un nuevo ordenamiento territorial sobre la base de valles o cuencas como unidades de desarrollo y de gobierno está ampliamente explicada en mi libro: “Trazos para una República Equitativa”, lo que me releva de mayores comentarios para no extenderme en la presente entrega.
Abril 2015

lunes, 20 de abril de 2015

FRENTE POLÍTICO DE IZQUIERDA

> > Por Jorge Aliaga Cacho
> > Ahora se empieza a hablar de un tercer frente político de izquierda que lo encabezaría el congresista Sergio Tejada que anuncia la formación del Bloque Nacional Popular. Entonces la pregunta que viene al caso es: cuál sería el resultado de ese trabajo de alianzas que se ha venido desarrollando en el seno de la izquierda peruana desde hace ya tanto tiempo. De haberlo, seguramente sería muy pobre. Pues, en realidad, hasta las organizaciones, otrora radicales, que quisieran ser de la arena del campo de la revolución han devenido en espacio de desunión, y entre sus miembros existe el olvido del principio básico que basa su fuerza en la unidad en la lucha y resistencia popular para combatir como ayer al imperialismo y, hoy en su nuevo empaque, al neo-liberalismo.
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> > Desde hace mucho tiempo, y no lo reconocemos hasta hoy en día, hemos sido culpables de la desunión entre las fuerzas por el socialismo: me refiero a la deunión de todos los hombres y mujeres que en las filas de los partidos comunistas y socialistas definen claramente su pensamiento oponiéndose al capitalismo neo-liberal, con la alternativa de un ideario socialista que, corrigiendo errores del pasado, se perfile como una creible alternativa de gobierno para el pueblo peruano. Al no haberse logrado avances en este aspecto esencial para los comunistas, socialistas y libertarios, lo demás cae por su propio peso. Pues, sin la existencia de un bloque unitario de la izquierda marxista, cualquier alianza de izquierdas es falsa y de corta vida. Una 'alianza' de corte mediático no representa a una verdadera alianza que debiera nacer del pensamiento y la acción del pueblo peruano organizado y en lucha por la defensa de sus interéses y la conquista de una sociedad igualitaria, de bienestar pleno, que tiene un nombre: socialismo peruano.
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> > Es por ello que el monstruo mediático se ensalsa y baila al difundir noticias no solamente de una, sino, hasta de dos y tres supuestas alianzas de la izquierda peruana, y monta circos de noticias señalando a tal o cual candidato que, en mi opinión, algunos de ellos, son de probada ineficiencia en el terreno político. Ellos, me parece, no debieran ocupar lugar en una representatividad que aspira la confianza del pueblo elector. El candidato Simon con su conducta en el Baguazo, o la Embajadora de la boca callada, cuando reprimían al pueblo peruano, no pueden ser garantía para ganar la confianza del los trabajadores y ciudadanía en general.
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> > Sin embargo, la media millonaria del imperio sigue insistiendo en ponernos a esos personajes en sus espacios diarios como a los representantes de la izquierda. Ahora aparece en los titulares la promoción del congresista Tejada, como antes aparecía la esposa del presidente de la república y pronto podría reaparecer nuevamente el Cocinero Mágico. Todo ello forma parte del endormecimiento mediático o el 'enmierdamiento' mental como muy bien lo ha expuesto el Dr. Marco Aurelio Denegri. La izquierda peruana tiene que salir de ese juego sucio que le impone el sistema, tiene que crear sus propias reglas para el 'match', otro reglamento del juego. Y las reglas para la izquierda son claras. La unidad y la elección de nuestros candidatos debiera ser basada en una correcta comprensión de la realidad del país, reconocer quienes son los genuinos aliados de la clase trabajadora y el pueblo.
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> > Es imperante conocer ello y decirle al pueblo la verdad: al sistema tenemos que cambiarlo y para lograrlo debemos unirnos de manera férrea, solo así podríamos obtener una nueva Constitución Política del Estado. Pues una nueva Carta Magna, que incluya y/o restituya los derechos de los trabajadores y el pueblo, y que se haga cumplir con un gobierno verdaderamente democrático, y un pueblo consciente de su misión histórica, organizado y unido, son las garantías para conquistar la Patria Nueva por la cual luchan y lucharon millones de de peruanos marxistas y no marxistas, socialistas y no socialistas, creyentes o ateos. Y a esta unidad desde luego que están bienvenidos los progresistas, pero entiéndase por progresistas, a aquellos que desean concurrir en el torrente anhelo por conquistar la Patria Nueva: es decir cambio de sistema y nueva Constitución del Estado: un Nuevo Perú.
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> > Habrán notado que para la media millonaria imperialista la dirigencia de la izquierda tiene sus caras visibles, y por ende electoral, en personajes que no representan a la izquierda. Promueven la imagen de un ex terrorista, ministro de Alán García y tránsfuga o de una Embajadora que se volvió muda y de otros que ocuparon puestos públicos y hasta la fecha no han dado un informe sobre su función al pueblo.
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> > Pero el pueblo ya no puede ser engañado por más tiempo. Seguro que, dentro de poco, ese mismo pueblo, pensará en porque la media pro-imperio no le da espacio a políticos decentes y luchadores sociales como Héctor Béjar Rivera, genuíno representante de los que luchan en nuestra patria, intachable comandannte guerrillero, de la estirpe de Mujica en el Uruguay. Se darán cuenta de como la prensa corrupta no menciona a los integrantes del Frente de Integración Peruana como a Eduardo Carrillo, prestigioso diplomático peruano, A Ricardo Noriega Salaverry, prominente abogado constitucionalista que junto a Hugo Ciro Silva, el Capitán Eloy Villacrez y el propio Embajador Eduardo Carrillo, han denunciado por traición a la patria al Sr. Ollanta Humala, presidente de la república.
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> > No les interesa tampoco promover a Laureano Cruz, pre-candidato del FUIP, líder del pueblo de Tambo, que en estos momentos comanda la lucha contra la transnacional Tía María en el sur del Perú, hombro a hombro con sus hermanos reprimidos. No, a la prensa del imperio no le interesa ello. Para ellos defender la patria es sinónimo de violencia. También lo fue para los peninsulares, violencia, el levantamiento de Tupac Amaru. Usando un proverbio chino: puedo afirmar categoricamente que al pueblo peruano ya no se le puede ocultar más, la realidad con un dedo.
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> > Sí, es necesaria, indispensable diría, la unidad de todas las fuerzas de izquierda y de los progresistas que junto a la izquierda deseen luchar por una nueva Constitución del Estado y la instauración de un nuevo sistema de gobierno en nuestro país. Pero más que los candidatos lo que debemos unir son los criterios, las ideas para sacar adelante al país. En ese camino estamos los integrantes del FUIP y llamamos a toda la izquierda peruana, a todo el pueblo peruano, a hombres y mujeres, a sumarse a esa lucha por la unidad de todos los frentes basada en un programa claro y preciso y que tenga como base alcanzar lo anteriormente enunciado.
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> > En esa lucha la experiencia de los comunistas, socialistas y libertarios, como la de las luchas de nuestro pueblo organizado, en regiones y comunidades, y la concurrencia de la nueva generación estudiantil es indispensable. Unidad! La unidad, verdadera, real, basada en los principios socialistas es el único camino para la liberación de nuestro pueblo.
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COALICIÓN DE IZQUIERDAS.

COALICIÓN QUE COLISIONA CON EXPECTATIVAS POPULARES
Escribe: Milciades Ruiz
Facciones disidentes del movimiento político de Ollanta Humala, tanto los que se apartaron tempranamente como los que solo lo han hecho después de haber disfrutado de su gobierno cerca de cuatro años, han vuelto a juntarse para reivindicar la “Gran Transformación” y la “Hoja de Ruta” que su ex líder abandonó. El propósito es lograr protagonismo en las elecciones del 2016 lanzando el proyecto “Coalición progresista- unión de izquierdas”. Ya antes habían fracasado lanzando el frente “Fuerza Ciudadana” (FC) para la elecciones regionales y locales con los resultados conocidos.
Participan en el proyecto algunos grupos de izquierda expertos en el proceso de pulverización orgánica con pasajeras uniones y desuniones electorales desde 1978. También quienes buscan mantenerse vigentes tras el fracaso en el gobierno de Lima, cuya gestión no fue socialista, ni popular ni de izquierda sino por el contrario, han desprestigiado a esta. Otros personajes de esta “coalición”, no obstante ser repudiados como miembros del actual parlamento se suben a este carro pretendiendo ser reelegidos. Ni qué decir de la presencia de algunos cuya trayectoria política tiene balance negativo.
Aunque también participan personalidades de reconocida buena fe, la primera impresión que deja esta coalición es que se trata de una federación de “quemados” políticamente y que no responde a las aspiraciones de renovación tantas veces señalada en nuestras filas. Dar paso al costado para permitir el surgimiento de nuevos liderazgos y dejar que el pueblo sea el protagonista.
La historia política registra el caso de otra coalición de triste recordación en la década de 1960 y aunque las condiciones son distintas el solo membrete de la coalición nos hace ver que “progresistas” es una forma disimulada de decir que son de derecha. Podrá decirse que son de derecha moderada pero la desconfianza es inevitable, sobre todo si los “progresistas” terminan liderando la coalición con la aprobación de la izquierda completa.
Al menos, eso parece ser las intenciones de los voceros que vienen convocando a tiros y troyanos para que se sumen a sus planes. Han tomado la delantera en la promoción mediática pero podría ser flor de un día si los otros frentes unitarios salen a la palestra como alternativas competitivas. El asunto es clarificar si la izquierda va a las elecciones con el apoyo de progresistas o, si los progresistas lo hacen con el apoyo de la izquierda.
Durante estos años se ha señalado como responsabilidad de los partidos de izquierda el error de renunciar a un candidato propio prefiriendo a un tercero antes que a ninguno de la propia familia. Ante la ausencia de un liderazgo aglutinador, las rencillas mezquinas llevaron a encumbrar a quien más tarde los traicionaría. Se afirma que Ollanta no hubiera ganado las elecciones el 2011 si no hubiese sido por la izquierda pero al parecer, pese a las autocríticas y fracaso, los partidos de izquierda comprometidos en esta coalición insisten en repetir la experiencia pero reemplazando al susodicho con los “progresistas”.
Lo primero que han dicho los voceros de la coalición, es que están a favor de las inversiones mineras dejando dudas sobre su posición respecto a la lucha de los campesinos que defienden su medio ambiente que es su medio de vida. Manifiestan que el neoliberalismo ya cumplió su ciclo y que por ello debería cambiarse de modelo pero, no lo cuestionan por su fundamento ni por los daños que el mismo sigue ocasionando a nuestro desarrollo sino porque ya su rol pasó de moda (¿?).
Los voceros de esta coalición aducen que son partidarios de la economía de mercado y de la promoción de las inversiones sin precisar las diferenciaciones con las tesis de la derecha. Se esfuerzan en dar la impresión de que no son socialistas ni de izquierda radical estando dispuestos a ser concesionarios. Pero sabemos que de concesión en concesión se llega a la claudicación. Este es el terreno de las ambigüedades en que se mueven quienes carecen de claridad ideológica o esconden sus intenciones.
Estas primeras manifestaciones de los “progresistas” dejan pues muchas dudas sobre su calidad política para liderar a la izquierda y sobre su ascendencia en las fuerzas populares cuyas necesidades y demandas no aparecen en sus libretos. Hablan de seleccionar candidatos con elecciones primarias “desde la base” pero habría que preguntarles ¿cuáles son sus bases? ¿Son las clases trabajadoras? ¿O tal vez el proletariado campesino? ¿O un círculo de oficinistas de cuello y corbata? ¿Cuáles son las bases orgánicas de los “progresistas”? ¿Será que, ellos ponen el protagonismo y la izquierda las bases?
Si no hay un deslinde claro con las posiciones de los partidos de las vertientes derechistas, nuestro pueblo verá que no hay ninguna diferencia. “Todos son lo mismo, todos son iguales” será la sentencia.  Si no hay un lenguaje distinto que recoja las aspiraciones de la problemática de los pobres será muy difícil que esta coalición tenga suficiente aceptación. En todo caso, habrá que ver como evoluciona este proyecto para tener una mejor apreciación. En todo caso es una opción disponible.
¿Qué tanto conocen de los problemas y sufrimientos campesinos, de los asalariados, de los jóvenes, de las comunidades campesinas, comunidades nativas, mineros artesanales, ambulantes del comercio callejero, trabajadores del transporte público y de carga, soldados, policías subalternos, trabajadores rurales? Si no saben nada de esto, entonces la plataforma política que postulen ignorará las reales aspiraciones de los sectores populares.
Admito que puedo estar equivocado y prejuiciado con una versión apresurada. Ojalá que todo sea diferente y beneficioso para nuestras filas. Pero si se siguen creando frentes políticos en la izquierda se estaría trabajando para el enemigo: “Divide y vencerás”. Sería más alentador que las izquierdas de los diversos frentes formen un solo bloque y decidan lo más apropiado. Si las ambiciones personales de las cúpulas entorpecen la unidad, quizá la fórmula sería dejar que los candidatos provengan de las organizaciones populares más representativas y no de cascarones. Solo así quedarían fuera de juego los oportunistas. El caso boliviano quizá sea una experiencia a tener en cuenta para llegar al poder.
Estos reparos me costarán las iras de los aludidos pero asumo las consecuencias. Aunque he tomado el caso de esta coalición en particular, los señalamientos van también dirigidos a otros frentes y agrupaciones de izquierda. Habrá que ver la composición de estas integraciones y sus propuestas, si hay nuevos rostros y la cabida que están dando a las organizaciones populares, a los jóvenes y a las demandas de los trabajadores urbanos y rurales. Para los revolucionarios que piensan más allá de las elecciones lo más importante es forjar el poder popular antes que una pasajera adhesión electorera. Salvo mejor parecer.
Abril 2015