lunes, 31 de octubre de 2011

La lucha de clases

A estas alturas y en pleno siglo XXI todavía sige vigente, aunque con variantes, la legendaria lucha de clases. Hoy no se trata tanto de la reivindicación de los proletarios contra la oligarquía, aunque de eso todavía hay y bastante, sino la protesta de los indignados, que no son otra cosa que cuidadanos comunes y corrientes, sin ideología política definida, que han tomado conciencia de que las cosas en el mundo no pueden continuar como están. La brecha entre las mayorías pobres y la minoría rica crece cada día y se expande en rangos exponenciales. Los economistas predicen, por mayoría, que la diferecia se ampliará aún más en el futuro inmediato. Los recursos naturales se agotan. El cambio climático ya empezó. La naturaleza protesta con furia. Los terremotos, huracanes y demás fenómenos se muestran con mayor frecuencia y con más violencia. La humanidad ha empezado a tomar conciencia de que la economía global, tal como la conocemos ahora, no puede continuar. No tiene futuro. Sin un cambio real el planeta no tiene muchas esperanzas de sobrevivir a la debacle.
Transcribo un artículo del español Francisco Escobar que me parece muy acertado: "O subimos los impuestos a quienes más tienen o recortamos el gasto sanitario a los ancianos. Esto no es lucha de clases, son matemáticas", dice Obama en otro gran discurso (me encantaría votar por el tipo que los redacta). La frase es hábil porque saca el debate de lo ideológico hasta reducirlo a una simple cuetión técnica, tan indiscutible como que dos más dos son cuatro. Obama utiliza la fuerza de su rival -ese Tea Party que le retrata como un comunista peligroso- para hacerle caer al suelo. Punto para el judoka. ¿Pero de verdad ya no hay lucha de clases?
  Otra cita, esta del multimillonario Warren Buffet:"Claro que hay lucha de clases. Pero es mi clase, la de los ricos, la que ha empezado esta lucha. Y vamos ganando". Buffet también usa las metemáticas para demostrar que las grandes fortunas en EEUU pagan hoy menos porcentaje en impuestos que sus secretarias. Es un drama universal: en la mayoría de los países prósperos, según la OCDE, ha aumentado la desigualdad económica en las últimas décadas casi a la misma velocidad con la que han menguado los impuestos para los multimillonarios.
  La nueva gran depresión está aumentando aún más la desigualdad. Más matamáticas en dos ejemplos simbólicos: en EEUU ya hay más de 46 millones de pobres, la mayor cifra en medio siglo; mientras tanto, en el otro extremo de la pirámide social, Porsche logró este agosto (en el que la economía volvió al borde de la recesión) un nuevo récord histórico en ventas de autos de lujo.
  Puede que la terminología marxista suene hoy vieja. Que toda la sociedad se considere clase media es otro éxito ideológico de la derecha. Pero ese mundo que algunos dibujan, donde no hay ni pobres ni ricos, ni tampoco diferentes intereses entre las clases sociales, es aún más irreal que la utopía comunista.
  En nuestro subcontinente las cosas andan peor aún. Las brechas continúan siendo enormes. Los pobres son más pobres y los ricos, pues lo son más. En el Perú es indudable que ha habido una transformación de la sociedad. Llevamos décadas de crecimiento sostenido y el país ha crecido mucho a nivel macro. Alan García en su primer gobierno, ese de la histórica hiperinflación, prometió que iba a acabar con la clase media y lo cumplió. Velasco se propuso acabar con la oligarquía y acabó con el agro, parte de la industria y atrasó al Perú décadas con respecto a nuestros vecinos, con exepción quizás de Bolivia. Ahora tenemos otra clase media pujante y trabajadora. La riqueza ha cambiado de manos y ha emergido otra clase social: la de los políticos profesionales, que hasta consideran que sus cargos son hereditarios y los traspasan de padres a hijos y hasta entre cónyuges.
  Debemos hacer algo. Ahora antes de que sea ya muy tarde. 

martes, 25 de octubre de 2011

Los indignados llegan a USA.

   Este tema está cobrando cada vez más fuerza en el mundo entero. Veo un precedente en los disturbios que recorrieron Francia hace unos años, empezando en la periferia de las grandes ciudades, quemando muchos automóviles y jóvenes de origen, mayormente, africano protestaban contra la falta de oportunidades.
   El actual movimiento comenzó en España, se expandió al norte de África, donde ha sido el gérmen de la Primavera Árabe que ha tumbado a varios dictadores y amenaza a otros más.
Ya está en Inglaterra y el resto de Europa. En América podemos considerar al movimiento estudiantil chileno como precursor y estoy seguro que más temprano que tarde, en otros países se encenderá la llama del descontento. Creo que lo primero que se puede deducir de los indignados es que sus motivaciones no son políticas, ni sus reclamos. No están mayormente organizados, todavía, y las protestas son básicamente por la falta de empleo, por el abuso de las corporaciones y la inactividad e ineficiencia de los gobiernos.
Asistimos al comienzo de algo muy grande.

A continuación transcribo la opinión de Eduardo González Viaña
Un fantasma recorre Estados Unidos
    Un fantasma recorre Estados Unidos... y ahora todo el mundo. Es el fantasma de la protesta social.
  Comenzó en Wall Street, el corazón del capitalismo. Se extendió a cien ciudades norteamericanas. Ahora está en todo el planeta.
  Hay gente de todas las edades, razas, religiones, clases sociales, niveles de educación, empleados y desempleados, sindicalistas, estudiantes y profesores universitarios, obreros de "cuello azul" y funcionarios de un nivel más alto, gente que ya está fuera del trabajo o que tiene miedo de perderlo muy pronto si las cosas aquí no cambian.
  Ellos saben bien quiénes son, y lo dicen: "Somos el 99 por ciento. Somos los que producimos los bienes y servicios.”
 
¿Qué quieren los indignados?
Quieren que el uno por ciento cese de seguir jugando con sus vidas. Quieren un cambio completo del sistema.
  Para resumir: 1) saben que Wall Street causó la crisis; 2) saben que Wall Street es responsable del mayor desempleo desde los tiempos de la Gran Depresión; 3) saben que los super-ricos se están volviendo más ricos;4) saben que los super-ricos están pagando menos impuestos; 5) saben que los millones de dólares dispuestos por el gobierno para salvar la economía fueron directamente al bolsillo de los grandes empresarios; 6) saben que el gerente general de una corporación gana billones al año y, sin embargo, paga menos impuestos que su secretaria.
  En lo político, el  futuro es sombrío. Los republicanos han ocupado el Congreso y acaban de rechazar el plan del presidente Obama para crear nuevos puestos de trabajo.
  Los precandidatos republicanos-uno de los cuales puede llegar a ser presidente-son un grupo de fundamentalistas entre los cuales uno de ellos prohibiría en las escuelas la enseñanza de la evolución. El esposo de la única candidata femenina dirige un establecimiento supuestamente de salud para "curar homosexuales".
  La izquierda gringa se enredó en los pantalones
  En el 2008, cuando el sistema financiero se derrumbó, muchos pensamos en Estados Unidos que el momento del gran cambio había llegado.
  Las evidencias de que el capitalismo era una estafa y un fracaso se acumulaban, y los banqueros de Wall Street- sin poder ocultar la culpa- se tapaban la cara con las manos frente a los periodistas y a la policía.
  Se suponía que las calles iban a llenarse con manifestantes contra el capitalismo. En ellas se juntarían los jóvenes mutilados que regresaban de la guerra en Irak, los maestros y los policías despedidos debido a la crisis, los millones de desocupados, los muchachos que no encontraban opción alguna en el mundo laboral y, por fin, las familias que de un día para otro se habían encontrado con sus cosas en la calle debido a la intervención de algún banco.
  Se supuso que los culpables del delito-convictos y confesos-serían juzgados por robo, por estafa y por sus crímenes contra la humanidad.
  Se suponía que, en los Estados Unidos, la gente elegiría gobiernos de izquierda y se pondría a pensar en una forma alternativa de vivir ajena al egoísmo y la perversión del sistema capitalista.
  Algo comenzó a suceder. En los comicios, se impuso un carismático y progresista demócrata, Barack Obama, quien prometía, entre otras cosas, seguro de salud para todos, algo que era revolucionario en un país donde 50 millones de personas no lo tienen.
  Tres años después, sin embargo, al contrario de todo lo que se esperaba, muchos ciudadanos se fueron hacia la derecha y votaron por el partido republicano. El Presidente Obama fue lapidado como "socialista" por su programa de salud.
  Por otro lado, alentado por multimillonarios préstamos del gobierno, el viejo sistema financiero ha sido plenamente restaurado.
  ¿Qué le pasó a la izquierda al comenzar la crisis? ¿Por qué no supo señalar un camino para el cambio? Creo que las “políticas de identidad” asumidas por ella en las últimas décadas le restaron energía y coherencia. Según las mismas, las contradicciones fundamentales de la sociedad son las de etnia y género (sexo). La lucha de clases prácticamente ya no tiene que ver con la historia.
  ¿Es posible imaginar diferencias en la sociedad sin explotación y dominación? La "diferencia" que constituye la clase como una "identidad" es, por definición, una relación de desigualdad y poder, en una forma en que las "diferencias" sexuales o culturales no tienen por qué serlo.
  En el caso presente, la izquierda norteamericana no supo señalar una alternativa. Perdió profecía y contundencia. Se enredó en los pantalones. Ahora, los “indignados” de Wall Street y del resto del mundo han reivindicado la lucha de clases cuando proclaman y reiteran: “!Somos el 99 por ciento!”
  Café y donuts con los indignados
  Hoy a las 7 de la mañana me he encontrado con una familia que pasó la noche acompañando a los indignados cerca del Capitolio de Salem. Compartimos un café y unos “donuts”, y los felicité por el cartelón que llevaban:
  “Los banqueros nos quitaron la casa, pero ya no estamos solos. Nos acompaña el 99 por ciento.”


miércoles, 12 de octubre de 2011

¿Humala cambió? parte 3

La respuesta es: "ni cagando, sólo nos estuvo hueveando". En la última semana hubo grandes novedades.
Toda la promoción del presidente acaba de ascender. Diez a general de brigada, varios a coronel y todos los demás al rango inmediatamente superior. Lo más extraño es que los ascensos se dan en esta época del año cuando la costumbre, y si no estoy equivocado los reglamentos también, obliga a que sea en enero.
Me recuerda a la época y estrategia del Doc. Empezó copando los puestos claves del ejército con mienbros de su promoción y sus allegados. Todos sabemos cómo terminó eso.
También asistimos a la poda de generales en la Policía Nacional. Es cierto que habían demasiados, pero ¿no pasa lo mismo en el ejército? creo que allí el problema es peor. Deberían recortar su número también.
Continúan los nombramientos desafortunados en el Servicio Diplomático. Tenemos una serie de oscuros personajes ocupando embajadas claves. No creo que le haga ningún bien a la imagen ni a las relaciones internacionales del país, que los embajadores sean personas ni remotamente calificados para ese tipo de encargo. Más bien todo lo contrario. ¿Y los ministros? Hay una que es responsable de la muerte de tres niños y se niega a asumir su culpa y a renunciar dignamente. Además es acusada de defraudar al Estado en un proceso penal por el que la fiscalía ha solicitado prisión lor quince años. Está citada para acudir al proceso oral éte viernes. Si nos ponemos a sacar cuentas de cuántos personajes impresentables ocupan puestos claves en el Ejecutivo e incluso en el Legislativo, se nos paran los palos de punta. ¡Estamos en una república que parece de broma, pero de las pesadas! Es increíble la cantidad de torpezas que se pueden cometer por la falta de preparación.
Señores, la izquierda no está ni remotamente preparada para gobernar. Vamos directo hacia el desastre.
Seguimos el camino de Chávez. Las recientes visitas de sendas delegaciones a Cuba y Venezuela, con los correspondientes compromisos firmados, así lo indican.
¿Es éste el tipo de cambio que prometió Humala? Solo me parece más de lo mismo, pero con otros actores. Copamiento de puestos públicos por los miembros del partido y por amigos, corrupcción etc.

martes, 4 de octubre de 2011

El conflicto palestino-judío


Comentarios sobre el conflicto palestino – judío
Los palestinos han solicitado a la asamblea de las Naciones Unidas (ONU) su reconocimiento como Estado independiente. Estados Unidos ya anunció que vetará la casi segura aprobación por la Asamblea General del pedido y las legítimas aspiraciones de libertad e independencia del pueblo palestino.
El tema ha desencadenado una serie de comentarios a favor y en contra en todo el mundo y nuestro país no escapa de la polémica. El presidente del Parlamento, de ascendencia palestina, ha dado su opinión que no deja bien parado a Israel. Traficante de tierras, ha llamado al estado judío. El presidente del Consejo de ministros, judío él, le ha respondido que como representante del principal poder del estado peruano, debería ser más cauto en cuanto a sus declaraciones pues perjudicarían las relaciones bilaterales. La guerra árabe-judía también ha estallado en el Perú y el presidente Twitter, perdón, digo Humala deberá apaciguar a sus principales aliados y asesores, aunque es bien sabido que a la hora de hacer negocios y repartir la torta, los odios y pasiones se disipan.
Veamos algunos datos históricos: Antes de la llegada de los hebreos, provenientes de Ur (Caldea), ya habitaban las tierras de Canaán (luego llamada Palestina por los romanos) los cananeos, los jebuseos, los hititas y otros pueblos seminómadas. Cuando muere Sara la mujer de Abraham, éste ya, en Palestina dice: “soy extranjero y peregrino entre vosotros, os pido que me deis una sepultura en propiedad para enterrar a mi esposa” (Génesis:23, 1-7).
Este dato bíblico confirma una presencia humana superior a los 5000 años antes de Cristo. En el 4000 A.C. llegan los cananeos; 3200 A.C. los faraones egipcios construyen fortalezas para proteger sus rutas comerciales sin alterar la autonomía de la región. En el 2000 A.C. llegan los hebreos (“habitantes de más allá del río”) que luego seguirán viaje a Egipto para volver 700 años más tarde conducidos por Moisés. En el 1000 A.C. el rey judío David, derrota a los jebuseos y se apodera de Urusalim (Jerusalen) cuyo nombre significaba “ciudad de la paz”. A la muerte del rey Salomón, hijo de David, los hebreos se dividen en dos reinos: Israel y Judá. En el 721 A.C. Israel cae en manos de los asirios. 584 A.C. Judá cae ante los caldeos y Nabucodonosor lleva a los judíos en cautiverio a Babilonia; 332 A.C. Alejandro Magno conquista Palestina. 67 A.C.: rebelión de Judas Macabeo establece un estado judío; 63 A.C.: invasión romana toma Jerusalén y demuele, años después, el templo de Salomón.
                Después de Cristo: 135: los judíos son expulsados de Jerusalén; 611: termina el dominio romano con la invasión de los persas; 634: los árabes conquistan Palestina y ―con breves intervalos de dominación parcial de cristianos y mongoles― gobiernan casi un milenio; 1516 el Imperio Otomano (islámico) conquista Jerusalén y se mantiene allí hasta el fin de la Primera Guerra Mundial; 1922: Inglaterra recibe un mandato para administrar el territorio. En 1947: la ONU aprueba un plan de partición para establecer dos estados: uno árabe y otro judío. En 1948: Israel se proclama Estado independiente. Los árabes responden con la guerra. Israel rechaza los ataques, provoca un éxodo de numerosos palestinos y amplía su territorio más allá de lo previsto por la ONU.
                En 1964: creación de la OLP; 1967: Guerra de los Seis Días; Israel ocupa militarmente Cisjordania y la franja de Gaza e inicia la expropiación de tierras, la instalación de colonias y el control de los palestinos. En1973: Egipto y Siria atacan a Israel; 1974: la ONU reconoce a la OLP como único representante del pueblo palestino; 1980: Begin (Primer Ministro de Israel) y Sadat (Presidente de Egipto) firman un acuerdo de paz en Camp David. En 1987; rebelión en los territorios ocupados (Intifada); 1993: acuerdos de Oslo y reconocimiento por parte del parlamento de Israel de la OLP y de la Declaración de Principios (primer documento de paz entre Israel y los palestinos); 1994: instalación de la Autoridad Nacional Palestina en Gaza y Jericó.
                ¿Estamos ante dos proyectos excluyentes? Desde el siglo XIX las provincias árabes del Imperio Otomano reivindican su derecho a la autodeterminación, mientras en Europa crece el nacionalismo judío que propugna la creación de un hogar para los judíos dispersos por el mundo y establece el Fondo Nacional Judío para adquirir tierras en Palestina. Según su visión: desaparecido el Imperio Otomano, los judíos recibirían Palestina para convivir pacíficamente entre los árabes recién liberados. Los británicos declaran: “el Gobierno de su Majestad ve con beneplácito el establecimiento en Palestina de un hogar nacional judío y usará sus mayores esfuerzos para facilitar el logro de este objetivo, quedando entendido que nada se hará para perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina o los derechos y la situación política de que gozan los judíos en cualquier otro país”.
                Palestina continuó bajo control colonial británico hasta 1948. Los años transcurridos desde principios del siglo XX fueron turbulentos en la región. Se registró una importante inmigración de judíos europeos y enfrentamientos reiterados entre éstos y los residentes palestinos. Las constantes revueltas llevaron a la ONU en 1947 a proponer la partición del territorio y la creación de dos estados: uno árabe-palestino y el otro judío. La propuesta fue rechazada por los árabes quienes vieron en esta partición la legalización de las colonias que lenta e inexorablemente, habían establecido los judíos.
                La creación del Estado de Israel, en 1948, desencadenó la intervención militar de los países árabes. El conflicto originó el éxodo de gran número de palestinos y  permitió que un Israel victorioso ampliara sus fronteras.
                Desde entonces Israel se ha consolidado como una potencia regional que, asociada con Estados Unidos, ha impuesto su voluntad más allá de las resoluciones de la ONU, pues el veto yanqui le aseguraba la impunidad.
El fin de la Guerra fría restó importancia estratégica a Israel, y Estados Unidos forzó un proceso de negociación que condujo a los acuerdos de Oslo y al establecimiento de una administración autónoma palestina en territorios de Gaza y Cisjordania. Hasta ahí se pudo llegar. Desde entonces han primado posturas extremas que realimentan un proceso de ataques y represalias que no tiene cuando acabar. Al sueño judío llamado Eretz Israel (gran Israel, lo actual más los territorios ocupados) como un gran Estado se contrapone una realidad física que es la existencia de millones de palestinos, una realidad histórica que es la presencia árabe en ese territorio, desde hace más de 1,000 años, más una resolución de la ONU que estipula, desde 1947, la existencia de dos estados.
Al pedido palestino ante la ONU, que será vetado por Estados Unidos, el primer Ministro de Israel se limita a responder que la única manera de solucionar el problema es conversado las dos partes y seguidamente, da luz verde a la construcción de mega proyectos de construcción de viviendas en los territorios ocupados. La novedad es la aparición de manifestantes israelís que protestan contra la política de su país. ¿Estaremos ante una “primavera judía” y el pueblo de Israel se cansó de vivir en permanente estado de guerra? El tiempo lo dirá y no creo que tarde mucho la respuesta.
Esta entrada ha tomado información y opiniones publicadas por Guillermo Giacosa.    

Agencias de riesgo, ¿son confiables?

Standard & Poor´s una de las tres agencias que deciden la suerte de la economía de los países mediante un control oligopólico de la calificación de las deudas públicas, ha degradado a EEUU por primera vez en su historia. Dejando de lado el debate sobre las causas de fondo que subyacen en el actual caos financiero internacional, resulta cuanto menos un pésimo chiste que aún se le reconozca a S&P y a sus dos agencias “siamesas” autoridad moral para juzgar la economía de USA, si se considera que ellas, con unas actuaciones que no han sido suficientemente investigadas, tienen una enorme responsabilidad en el estallido de la crisis y en el consecuente agravamiento del desbarajuste presupuestario que ya arrastraba desde hace años el país. Si la deuda se ha disparado durante el mandato de Obama es porque el gobierno ha intentado afrontar esa crisis con inyecciones multimillonarias al sistema financiero y, ahora, con una política de estímulos para activar la economía. Pero S&P prefiere otras recetas y, en ese sentido, su decisión encaja en la estrategia de la derecha de acosar a Obama para arrancarle más concesiones de las que ya hizo para alcanzar hace pocos días un acuerdo sobre el techo de la deuda. El presidente aceptó, entre otras cosas, drásticos recortes sociales que afectarán a millones de ciudadanos, mayormente de escasos recursos. Pero eso no es suficiente para S&P, para la derecha y para los tiburones al acecho. En los dos años y medio de Obama, el ratio deuda/PBI ha aumentado nueve puntos. En los dos cuatrienios de Bush subió 27,8 puntos. Y en los del liberal Reagan, 20,6 puntos. En esos casos, por aventuras bélicas y armamentistas. ¿Dónde estaban entonces las agencias?
marco scwhartz.