lunes, 27 de septiembre de 2010

Bayly; Elogia a la Maldad.

Interpretación libre de la columna de Jaime Bayly publicada hoy en PERÚ.21





Bayly afirma que la mayor parte de la humanidad está compuesta por individuos estúpidos o malvados. Dice quedar dubitativo al examinar sus relaciones personales a lo largo de su vida y decide evaluar solamente a los que conoce, su familia, sus amigos, sus enemigos y colegas y por supuesto sus amantes, de uno u otro sexo, que eso es lo de menos según afirmaba antes. Llega a plantearse un serio cuestionamiento: ¿la humanidad está compuesta mayormente por estúpidos o por malvados?


Llega a concluir que los estúpidos ignoran que lo son, mientras que la mayoría de los malvados es consciente de su maldad. Prosigue con su elucubración para descubrir que los malvados son más inteligentes y se plantea la duda sobre si prevalecen los bondadosos e inteligentes o, en cambio, son mayoría los estúpidos y malos, para rematar con seguridad que no admite dudas, que la humanidad está dividida únicamente, entre idiotas y malvados, por tanto el ser humano cae, obligatoriamente, en una de las dos categorías, o en ambas, aunque, advierte, que esto último es bastante infrecuente. Pero lo que en realidad le interesa descubrir, a Jaime, es quiénes conforman la mayoría.

Admite humildemente ser egoísta, no tener ningún interés por el prójimo y afirma haber aprendido que entre los humanos, abundan más los estúpidos que los malvados. Luego de una divertida y bastante hábil descripción de los rasgos que caracterizan a uno y otro grupo, pasa a preguntarse quiénes son potencialmente más peligrosos, para concluir luego de una disertación en la que no oculta su devoción por los malvados, que los estúpidos son los más peligrosos, pues a él le es fácil identificar a los malvados,.Por razones de afinidad, me digo yo.

Sostiene que es frecuente que los malvados alcancen el poder, pues los estúpidos no poseen la inteligencia requerida para ello.

Dice no tener ningún problema en pactar alianzas con los malvados, ya que los estúpidos suelen ser obstinados y creerse dueños de la verdad y que a menudo están dispuestos a dar la vida para defender y demostrar sus convicciones. Considera que los estúpidos, tarde o temprano a recurren a la violencia para imponer sus convicciones. Al contrario, los malvados tienden a ser cobardes pues son conscientes de los riesgos que suponen sus decisiones.

Luego de un detallado análisis, deduce que los estúpidos son mayoría y además son los más peligrosos.

Quiere ser franco y se declara estúpido y malvado a la vez, es decir ambivalente, como dice serlo en el sexo. Pero como ya lo dijo antes; es egoísta y no hace nada si no es en razón de su propio interés, entonces declara que los estúpidos son inimputables, ya que la estupidez es, en su caso, un defecto genético, al contrario de su maldad a la que considera una virtud cultivada con esmero.

Declara además, saberse malvado y ser dañino, peligroso. Está orgulloso de serlo y le gusta. Lo disfruta con placer. Procura joder a los que, en su opinión, se lo merecen. Le es natural, dice, pactar con los malvados, mientras le es difícil convivir con los estúpidos. Sólo puedo ser amigo de un malvado y enemigo de un estúpido, explica.

Termina con una sentencia, en mi opinión, memorable:

“Prevenido estás, mortal. Aléjate de los estúpidos como de la peste (y en esto has de comenzar por tu propia familia) y no olvides nunca que el estúpido ignora su condición de tal y por eso resulta tan peligroso. Si conoces a una persona que se jacta de ser brillante y virtuosa, puede que estés conociendo a quien te cortará la cabeza ofreciéndosela a sus dioses particulares. Si, en cambio, conoces a un individuo que te advierte de que encuentra un cierto goce en el minúsculo ejercicio de la maldad, puede que estés encontrando al mejor de tus amigos.”

Quién sabe, quizá este articulo explique su conducta de las últimas semanas.

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