El hijo de Jimmy

Una carta hipotética:

¡Hijo de Jaime Bayly hace pedido urgente!


A la opinión pública:

Aunque todavía no tengo nombre propio y mido pocos centímetros, mi vida es un problema de escarnio público.

Mi padre, ya todos lo saben, el showman televisivo Jaime Bayly me ha condenado de por vida. Por ejemplo, no creo que sea muy común para los niños que nacerán por estas fechas, saber en que circunstancias fue concebido. O sea donde y como fue el polvo que me llevó a la vida.

Qué iba a ser abortado, qué después no, que mi papá no me quería, que después sí.

Por eso, apelando al sentido común de la sociedad, pido no poner los pies en esta tierra.

Si esto les parece poco, voy a exponer los siguientes argumentos:

Mi padre tiene un novio. No una amante, una querida, una concubina, una trampa, como cualquier otro hombre. Tiene NOVIO, o sea un galán, un machucante.

Cuando vaya al colegio y como los niños son crueles, es casi seguro que me dirán: ¿tú papa no es ese al que se lo tira un argentino? Así, sin asco, me harán sonrojar.

¿Tú papá no es ese el que dijo por televisión que te hizo con viagra?

¿Qué me dirán? ¿Viagrita? ¿James Bayly Viagra, por decir un nombre?

Cuando alguien me ofrezca drogas y quiera negarme, seguro me dirán

¿pero tu papá no fue fumón? Ay de mí.

Lo bueno de lo malo es que si, con el tiempo, quisiera ser invertido, adicto, caficho, transexual o cualquier especie que se la parezca, contaré con la venia de mi señor padre.

¿O me dirá “que en sus tiempos no era así”?.

Por eso, señores, hago una invocación a que me permitan no venir al mundo

¿Qué estoy pagando? Los meses que vienen, de lunes a viernes y los domingos, seré expuesto al vilipendio público.

Mi pobre madre, de pituca, arribista y desdichada, pasará a ser una sombra insegura, que pudo ser y no será, pues vivirá bajo la sombra de un francotirador, al que también se lo tiran.

Y por eso reitero, no DESEO venir a este mundo.

James